Amigos Taurinos:
Siempre será muy placentero o agradable hablar bien de los ganaderos que crían reses bravas con merecimientos y mas cuando son de nuestra tierra, de la comarca vallecaucana.
Para quienes no lo sepan, Don Jorge Molina Cabal, el gran Coco, se inició en estas lides del toro según recordamos en una tienta que se hizo donde los ganaderos de Salento, hace muchos años y donde asistieron los directivos de Cañaveralejo doctores Buenaventura y Estela. Los tentadores eran nadie menos que los maestros Céasr Rincón y Enrique Calvo El Cali. Allí Coco se animó a dar unos muletazos a una brava vaquilla santacoloma de los Tucos y vaya estilo que mostró el heredero de Don Alvaro Molina, prestigioso ganadero de leche y de sus ilustres abuelos Don Ciro Molina y Don Bernardino Cabal, todos ellos inmejorables creadores de riqueza campesina vallecaucana y amantes del toro bravo como este Coco, que terminó de socio de Don César Rincón y formaron una "sucurasal" de casta en un bello paraje rodeado de cañas dulces y samanes muy frondosos, donde se levantam unos toros procedentes del marqués español, muy Domecq él.
Y los que sabemos lo difícil que es acertar en la crianza del toro de lidia y que en la plaza se empleen bien, nos sentimos orgullosos de que haya aún personas que arriesgan dinero y tiempo valioso a ver si los "misterios de la genética" se destapan y esa raza y esacasta brota por algún lado y los ejemplares se prodigan. Pues hoy fortunosamente se dió positivamente en tres de los erales de buen esqueleto y hechuras que envió el buen Jorge a Cañaveralejo.
No tengo a mano los nombres de todos los novilleros actuantes, sin embargo creo que el segundo de nombre Sebastián Guerrero, de Cartagena ,un tanto pasadito de kilos, lució con oficio, muy suelto y su novillo se prestó con bravura y bondad al lucimiento. El primer novillo un gacho tambíen, fue muy claro en la muleta y quien lo lidió estuvo muy por debajo, sin colocarse en sitio, siempre al hilo y proyectando una inseguridad que el novillo, que no era tonto, palpaba a leguas.
Lo bueno vino en el quinto, confieso que este novillo me equivocó pues en el capote no lo vi embistiendo con rotundidad, inclusive lo vimos dando arreones que creímos eran de manso, luego en banderillas se dolió. En la muleta, el toro se crece, por ambos pitones acometía con codicia y recorrido y el novillero Camilo Hurtado de Manizales le prodigó sin duda los mejores muletazos de la tarde, por bajo y en redondo como deber ser. Salimos con buen sabor de este festejo, no compartimos el indulto por lo antes anotado y menos porque creemos con convicción que un novillo sin picar, no se debe indultar, se le hubiese podido dar la vuelta al ruedo, y que lo acompañara el ganadero y creo que el hierro del Alizal, estaría igual de premiado y reconocido que con un perdón tan laxo.
En fin lo importante es señalar que esta ganadería vallecaucana, vuelve a demostrar que hay buena simiente y que ojalá ya en el año que viene, podamos ver una novillada picada para bien de su criador y de la afición de Cali.
Taurina noche para todos
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