Amigos del toro:
Los andaluces, cultores del buen humor y la gracia, cuando la corrida sale aburrida, sin sabor y sin contenido, suelen decir que fue "desaboría"....pues eso lastimosamente fue lo que ocurrió lamentablemente con los buenos mozos de Don Juan Bernardo Caicedo, ganadero de la capital de Colombia y quién presentó bonitos ejemplares, cuatro negros muy en Domecq y un jabonero sucio, que se malogró en los burladeros y un melocotón, bajito, bien armado, pero de sospechosas defensas.
Ferrera en su primero, intentó agradar, pero hizo muy poco pues este ejemplar poco colaboró y ni en las banderillas pudo lucirse, Su segundo otro marmolillo, optó por el arrimón porque palpó que era manso perdido y de cero acometividad. Triste su actuación, por culpa sin duda de sus dos oponentes.
El paisano Bolívar tampoco logró hacer nada concluyente en su primero y su opaca labor fue silenciada. En su segundo, un albahío, bajito, el cual en la mayor parte de la lidia tuvo recorrido y buen son, dió algunas tandas hilvanadas, sin embargo adolecieron de poca estética y no remató el muletazo en redondo y atrás, Todos sabemos que el se hizo en la ganadería de Victorino y que ese toro sí requiere sacarlo hacia las afueras por lo listo y pegajoso; pero ese quinto de Juan Bernardo no creemos que así lo requería. Hemos visto mejores presentaciones del caleño en esta , su plaza , pero lo de hoy francamente NO nos convenció y creemos que Don Carlos Ilián estuvo muy acertado en conceder solo una oreja por esta faena, aunado a una espada bajita que no daban para mas.
Ivan Fandiño, hizo SIN DUDA lo mas destacado de la tarde, tejió lances con el capote en su primero, sustituto del que se partió el pitón por rematar en un burladero, con lentitud y bello trazo, rematados con un toque de suave, en un recorte de calidad. Este tercero tampoco era nada importante y el lo fue sobando, dándole los tiempos, y con su colocación lo fue metiendo ejecutando muletazos limpios y en redondo, rematando siempre con profundos pases de pecho. Culmina con una espada un poco trasera, que produce sangre y el presidente no duda en conceder la oreja. En su segundo , un toro alto, zancón, hondo de buenas defensas, poco pudo hacer con la capa, cuando no creíamos que el toro fuese a colaborar, el vasco lo metió en la muleta y dió dos tandas aceptables por la derecha, donde su muleta besó la arena y remató en su cadera y otra con naturales donde se notó mas voluntad que buen trazo, por la pasividad y falta de fondo del negro oponente, que se diluyó para infortunio nuestro como aficionados. Con todo, se ve la técnica y el placeo de este torero, pieza fundamental de esta Feria de Cali y de las otras ferias de Colombia.
Taurina noche para todos,
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